La historia de la variedad panameña de la civilización occidental

Autores

Roberto De La Guardia

Fecha

1972-Mar

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Cita Recomendada:

De La Guardia, R. (1972). La historia de la variedad panameña de la civilización occidental. Prisma, Año 2, No. 2 (Mar-Abr-May), 27–33.

La siguiente transcripción ha sido adaptada del documento original, por lo que el formato puede diferir y puede contener errores.


La Historia de la Variedad Panameña de la Civilización Occidental está dividida en dos partes principales. Una es la llamada la Etnohistoria y la otra la Historiología. La Etnohistoria trata de como es que el Complejo C-Panameño se ha apoderado de los otros Complejos-C. que habitan el Istmo de Panamá, de manera que se estudia como se ha originado el sistema de relaciones entre los Complejos-C presentes en el tiempo de formación de los Castelauros hasta la forma actual de los procesos. Un punto interesante es que, en este estudio, la V.P.C.O. ha sido hecha equivalente a cualquiera otro Complejo C. del Istmo de Panamá.

La Historiología trata del desarrollo diacrónico del Complejo C. que ha sido llamado Variedad Panameña de la Civilización Occidental.

En esta discusión, la Unidad Significativa no es el Estado, sino el Complejo C., que es un conjunto mayor que el Estado, Institución que viene a ser una importante parte del estudio, pero no su sustento.

En otro lugar se ha expuesto lo que constituye una definición de esta historia, definición que se repite como sigue: Historia es un sistema de coordenadas temporales hechas de un Complejo C., para posicionar tal Complejo con respecto a otros.

En este tipo de estudio se hace indispensable establecer con claridad la técnica específica que permita calibrar con un mínimum de precisión la importancia de los asuntos, que han de presentarse como objetos históricos. La técnica de calibración de importancia consiste en averiguar:

  1. Cuanto territorio afecta.
  2. Cuanta gente afecta.
  3. Cuanto tiempo dura su eficiencia.

La Etnohistoria

Una cantidad importante de Estados Nacionales Occidentales han sido construidos por un Complejo C.- específico, el que a continuación ha procedido a capturar a los Complejos C.- grandes o pequeños, establecidos dentro de los territorios que ellos consideran de su propiedad. Ha sucedido con la Gran Bretaña, por ejemplo; nada tan difícil de entender como la Historia de la Gran Bretaña, si no se la concibe como el proceso por el cual los normandos de Francia se apoderaron del control político de los ingleses, se hicieron casta y lanzaron a los ingleses a la conquista de los diferentes Complejos C.- del archipiélago. Así cayeron bajo control de los Ingleses, Complejos C.- como los Galeses, Escoceses, Irlandeses. Las dificultades inherentes al mantenimiento de tal sistema de relaciones parecen persistir en la lucha de los irlandeses de Ulster.

El caso de-la Península Ibérica es parecido al de las Islas Británicas. El Complejo C.-Castellano, a partir del siglo XVI, ha tenido éxito en dominar a otros Complejos de la Península y ha establecido un Estado que es de los Castellanos. Parece ser que una relación del tipo de las anteriores ha funcionado y está funcionando en el Istmo de Panamá, entre los diferentes Complejos C.- que habitan el territorio.

El Complejo C-Panameño tiene relaciones importantes con dos complejos C-istmeños: los Tules y los Guaymíes. Ambos grupos se han relacionado con los Castelauros del Complejo C-Panameño y han terminado el proceso de relación en forma diferente:

El Proceso de Guaymización

Un proceso de guaymización implica el juego de relaciones entre protector y protegido, pero esta es la situación actual a la que se llega históricamente. En 1789, según el Padre Franco, los Guaymíes “destruyeron el pueblo de Bugaba y el de Tolé, dando muerte a un misionero y dejando a otro muy mal tratado; se llevaron cuanto había en la iglesia después de incendiarla, y luego paseaban los montes luciendo los despojos, unos con hábitos, otros con albas, roquetes o casullas puestas. .”

El 8 de abril de 1882 los vecinos de Cañazas, agradecían al Gobierno que los había protegido: “A consecuencia de fundados temores de una irrupción de indígenas de los que habitan nuestras cordilleras y montañas, los suscritos así como todos los moradores de esta población nos encontrábamos justamente alarmados i temerosos de la suerte de nuestras familias i propiedades amenazadas por número considerable de indios que se reunían con la mira de incendiar, asesinar i saquear este pueblo. . .” Ya en 1887 la situación era muy distinta, porque para esa fecha escribía, José Antonio Romero, Prefecto de la Provincia de Coclé, lo siguiente: (Gaceta n.-28) “Los indígenas de ésta Provincia tienen un Gobierno propio establecido que si bien estimo conveniente, en atención á todo lo que de tal gobierno conozco hasta hoy, tiende a sujetar las malas pasiones de sus masas, dentro de los límites que impone la moral cristiana; ya por las considerables distancias y los difíciles caminos que los separan de nuestros centro de civilización, parece indispensable rodear de prestigio á sus autoridades para que puedan funcionar con buen éxito libremente en toda la extensión de aquellas regiones, también es verdad que la tolerancia que se les ha venido dispensando unida a la debilidad de sus gobiernos produce inconvenientes que es preciso cortar pronto. . .”

En 1966, la situación era de peticionario, tal cual se desprende de una carta dirigida por Samuel González, el cacique, al Comandante Bolívar Vallarino, donde se dice lo siguiente: “. . .El pueblo y la Junta Directiva de la Ley Orden Nueva Indígena a lo principalmente el pueblo pido lo derecho de acuerdo a lo decreto ley fue dirigido por Belisario Porras y a la Asamblea en el año 1915, ahora a la cual los humildes indígenas reclama su Reservas. . .etc.”

Proceso de Tulización

El asunto de las relaciones entre los Complejos C.- del Istmo, no se ve, en la II mitad del siglo XX, como polémica por dos razones: 1. Porque la V.P.C.O. ha tomado a los Tule bajo su protección eficientemente, y en segundo lugar, porque el problema ha dejado de ser visto como lucha para “controlar” a los Tule y de parte de los indios, lucha para defender su vida y bienestar y está visto ahora como asunto de Estado y como deber del Estado procurar el bienestar de “todos” sus súbditos. Pero esto representa la situación en el día de hoy y es claro que no fue siempre así: La revelación entre los Tule y el Complejo C-Panameño ha sido polémica por siglos. Prácticamente ha sido el Tule el enemigo por excelencia del Complejo C-Panameño y es en la segunda mitad del siglo XX, cuando se ha visto que el triunfo de una guerra centenaria ha correspondido al Complejo C.-Panameño.

La Historiología

Por el lado de la Historia el devenir de la V.P.C.O. se ha dividido en tres partes principales y partes secundarias. Las partes principales son Períodos o lapsos de gran tamaño, caracterizados por acontecimientos que afectan el total del Auristán y el total de los Castelauros. Las partes secundarias han sido llamadas Fases y representan los que podrían ser lapsos ocurrentes al interno de los Períodos. Los tres Períodos en que se ha dividido la Historiología de los Castelauros son: 1. El Génesis. 2. La Nativización. 3. La Competencia.

Es importante señalar que estos Períodos no aparentan terminar abruptamente, sino que el Génesis sobrevive claramente al comienzo de la Nativización. Y que la Nativización continúa aparentemente en 1941, cerca de un siglo después de comenzada la Competencia.

El Primer Período: El Génesis

A este período primero se le ha llamado El Génesis, en atención al hecho de que es, duramente este tiempo cuando se funda el modelo de vida civilizada que habría de predominar en el Auristán. Pero no se le ha llamado el Génesis únicamente porque es el tiempo de la fundación de la Civilización, sino también porque es el tiempo cuando ocurre la mixtura racial que habría de ser la característica de la población: el Melexa-P.

Pero además de la Formación racial, tenemos que considerar, irremediablemente, a este Período, el tiempo de la formación de la estructura cultural que hemos llamado los Castelaruros, ese Complejo C- que en el Período II procedería a diferenciarse política y económicamente con gran vigor y que se adueñaría del total del territorio. En primer caso, eran los castellanos los civilizados y los indios y negros y sus mixturas los que aprendía las formas de Castilla. Sin ruido, sin apremios, comenzaron a transformarse las estructuras y la gente a acostumbrarse a ellas hasta que lo que había sido una importación accidental, se transformó en un modo de vida irreversible en las partes del Auristán que iban siendo estructuradas. En el segundo caso, la formación del Melexa-P. ninguna descripción probatoria tan campanitonal como la del Obispo Padre sobre Parita, cuando dice que ese poblado en un tiempo fue sólo de indios. Pero que en ocasión de algún levantamiento, se trasladaron unas diez familias de gente blanca de la Villa, para contener a los indios. Y que la contención resultó en que con el comercio de aquellos con las indias “se ha llenado aquel pueblo de mestizos” (1736).

En el tercer caso, el de la formación de los Castelauros o sea la formación de la cultura específica de los nativos, es de notar la insistencia contrarreformista que aparentaban todos los castellanos en el asunto de cristianizar a los Melexa-P en formación, de los cual se derivó un arraigo y un apego increíbles hacia formas religiosas tridentinas, tan características de la cultura castelaura.

Por otra parte, la lengua de Castilla se convirtió pronto en el Auristán, al menos, en lingua franca para las remesas de esclavos que llegaban y se instalaban, los cuales tenían por fuerza que ladinizarse, cual ocurría a Bayano, en pleno siglo XVI. Ese ladinizarse era españolizarse o hablar castellano porque la alternativa era estar incomunicado, en vista del número considerable de lenguas habladas en el Auristán.

El Segundo Período: La Nativización

Llamamos nativización al proceso por medio del cual los castelauros toman conciencia de su ser cultural y luchan por tomar en sus manos su propio destino político. En este período, el Complejo Ciamenaza con tomar rumbos ideados al interno y no continúa con la exagerada dependencia que presidió la ladinización de los Castelauros. Durante todo el curso del Período II, los portadores castelauros procedieron a pensar y a actuar cada vez más independientemente de complejos foráneos, de manera que el proceso de particularización, la búsqueda de la identidad, se nota surgir por momentos. Esta identificación se da, desde luego, en todos los sectores de la cultura, pero en esta parte específica del estudio, se ha buscado acentuar sobre uno de los rasgos que resaltan en los castelauros. Ese rasgo, tan vivo, es la entereza con que acometieron la fundación de Estados de modelo nacional la cual culminó con éxito en 1903. Y es que ya en otra parte, se ha dado por adjetivo a castelauros, se les ha colocado como etiqueta identificadora, la de “fabricantes de estados”. Este fabricar Estados constituyó para los Castelauros una verdadera manía durante el Período de nativización y es la razón por la cual se exponen con tantos detalles aquellos esfuerzos.

Es pues, la tesis que aquí se sostiene, que la nativización ha tenido su punto álgido en la formación de Estados, lo cual coloca en posición francamente subordinada a cuantas tendencias interesantes que pueda tener este complejo. Y es que todo Complejo C toma caminos que lo diferencian de los demás. Así por ejemplo, el Complejo C-Anglo el que está instalado en el istmo propio de Panamá, tiene como dirección y forma fundamental los transportes marítimos. Ese Complejo C- no tiene en realidad interés estatal, o de preservación de identidad y otro interés. El Complejo C-Tule, por ejemplo, ha tomado el camino de mantenimiento obstinado de sus formas culturales, tratando de mantenerlas todo lo incólumes que les sea posible, dentro de un contexto político, y en el cual tienen que mantener su confederación y el protectorado panameño.

El Complejo que muestra un camino más determinado y angustioso de aquellos del istmo es el Complejo C-Guaymí. Este ha procedido recientemente a re-agruparse alrededor de una religión nativista en vista de que su disgregación cultural se acentúa agudamente.

Y todo el grupo vibra ahora con nueva vida, en torno al ONI (Orden Nuevo Indígena) que busca la identificación y la cohesión por el canal religioso.

Y la Variedad Panameña de la Civilización Occidental pivota en torno a su recién adquirido Estado Nacional, que es, pues, su manía, su rasgo más característico. La nativización de los castelauros tiene cierto sentido oculto. Cuando se forman los castelauros tienen parte de una mentalidad de potencia marítima, para la cual, lo importante es el istmo propio de Panamá. Esto es desde luego para asuntos navales. Cuando se nativizan estos castelauros, retoman la mentalidad de Potencia terrestre de los antiguos Complejos C- y pierden interés en el istmo propio de Panamá hasta el extremo de pactar sobre él.

El Tercer Período: La Competencia

En la prolongada historia de los Complejos C- en el istmo de Panamá nunca ocurrió algo de tanta trascendencia como la génesis de la V.P.C.O. Y si aquello es así, la cuestión que cede en importancia solamente al génesis de la V.P.C.O. es la competencia planteada por la Variedad Angla de la Civilización Occidental, instalada en el Istmo propio de Panamá. El título de “competencia” es el título adecuado para este tercer período, porque la VACO es tan importante para los castelauros, como lo fueron en sus días los castellanos para los Complejos C-nativos en el siglo XVI y siguientes. En el siglo XVI, los Complejos C- existentes en el istmo no llegaron a darse cuenta del valor de la competencia castellana en proceso de hacerse de un territorio. Trataron el asunto castellano, según la rutina a que estaban acostumbrados: le declararon la guerra algunos, se aliaron con ellos los demás; se intercambiaron esclavos y regalos, invitaron a los castelauros y sus aliados a intervenir en la solución de sus disputas internas, permitieron que su ideología fuera interferida, y aparentemente siempre confiaron en que el problema que representaban los castellanos y sus asociados desaparecería como por acto mágico. Y tuvieron con el tiempo que irse acostumbrando a la presencia del nuevo fenómeno político-social que se atrincheraba, no a través de los españoles peninsulares, sino a través de una mezcla, un híbrido, del cual ellos mismos formaban parte. Un híbrido del cual ellos, los nativos, eran abuelos, tíos y bisabuelos.

Y siguió la marcha del tiempo, y los que fueron dueños pronto fueron invitados non-gratos en un territorio, por el cual tenían que pelear. Y llegaron a ser parias en su propia tierra y llegaron a ser tratados con el cuidado con que se trata a la vida silvestre, que no debe desaparecer, porque se necesita para los profundos estudios de los científicos.