Prehistoria del distrito de Dolega

Autores

Roberto De La Guardia

Marta Isabel Aguilar

Fecha

1970-Jun

PDF Revista

Cita Recomendada:

De La Guardia, R., & Aguilar, M. I. (1970). Prehistoria del distrito de Dolega. Tierra y Dos Mares, 50 (mayo - junio), 7, 26.

La siguiente transcripción ha sido adaptada del documento original, por lo que el formato puede diferir y puede contener errores.


Luis Máximo Miranda Gaitán nació en la ciudad de Dolega. Recibió entrenamiento inicial sobre Prehistoria de Panamá en el Museo Chiricano del Colegio Félix Olivares e instrucciones para operaciones en el campo y publicaciones técnicas.

Ei logro de Miranda consistió en comprobar la existencia de urnas funerarias y el sistema de entierros secundarios en Dolega.

El de los entierros secundarios es un procedimiento bien antiguo en el Istmo, que consiste de que: muerta la persona, se la conduce a un sitio solitario donde se la coloca en una tarima para que desaparezca la envoltura de carne y queden expuestos los huesos. Esa es la etapa 1ra. Después se recogen los huesos, se les limpia, se les acomoda en un bulto, y se entierra el conjunto, lo cual constituye la etapa 2da.

Sobre estas costumbres funerarias hay en los Archivos Nacionales de Panamá, un documento copiado en el Archivo de Indias (Tomo XIV - A; Doc. 275 b 16f. y 16f.; A. de I. 69-2-29). El documento es una carta de Adrián de Santo Tomás escrita en el Darién en 1638 y aparece en la Tesis de Licenciatura de Gloria Meire: “Los Primitivos Habitantes del Istmo de Panamá”. Universidad Santa María la Antigua - 1970.

En ese documento Fray Adrián dice sobre estas costumbres lo siguiente:

“Cuando muere el enfermo un quarto de legua de su casa hazen en el campo una barbacoa de dos estados de alto y allí lo traen cargado en la hamaca en que dormía y tapado con su manta y detras ban todas las personas de casa y combidadas llebando flechas, arcos, comida y bebida todo lo cual ponen junto al difunto que está en el barbacoa sobre la manta todo destapado y desnudo y si tienen algún esclabo lo dejan amarrado des pies y maños bibo para que allí se muere de hambre. Dentro de brebe tiempo vienen los gallinazos y hazen sus vientres sepulcros de los miserables cuerpos del amo y esclavo - al cabo de dos meses ban los parientes y rrecogen los guesos los cuales laban y perfuman con sus rresinas particulares y poniéndolos en una olla grande meten sus cuentas, patenas y las cosas de estima que tenían juntamente con ellos y unas flechillas con su arco, comida y bebida- tapada la olla la entierran en parte donde no lo sepa nadie, por que no hurten las riquezas del difunto”.

Este es el tipo de hallazgo que el investigador dolegueño ha dado a la luz.

Casi frente a la residencia de Miranda llegaron a instalarse los miembros de una misión arqueológica norteamericana dirigidos por Charles Robert Mc Gimsey III uno de los más sobresalientes cultores de la arqueología en los Estados Unidos.

En la expedición iba de ayudante la actualmente Profesora de la Universidad de Pensilvania Dra. Olga Linares de Sapir. La expedición recababa información, por la costa chiricana, para probar o improbar la noción de que había habido contactos entre Sur y Mesoamérica en tiempos muy antiguos.

Y encontraron una cultura más bien reciente que Linares de Sapir denominó Isla Palenque Engobe Marrón, la cual se localiza por los alrededores del ano 500 de nuestra era y que parece haber durado como hasta el siglo octavo de nuestra era.

En el estado de la cuestión era lógico suponer que se trataba de una cultura costera, y fue a Miranda a quien le tocó demostrar que el hallazgo de Dolega era lo mismo, era la misma cultura Isla Palenque Engobe Marrón.

El Cacao de Dolega está ubicado a 3 kilómetros al sur de la capital del Distrito. El sitio es propiedad de los señores Ruperto Pitti y Fernando Palma. Se llega al Cacao vendo hacia el cementerio del poblado: a un par de kilómetros del cementerio al lado del camino real y en la parte superior de la terraza oriental del Río David. El sitio fue descubierto por César Caballero, consiste de tumbas. Miranda se interesó por el sitio casi a raíz de su descubrimiento. pero llegó a excavar y aclarar la posición del sitio en el año de 1969.

En las excavaciones encontró material cerámico y lítico, los cadáveres debieron haber estado colocados en posición extendida a lo largo de una fila de piedras. La totalidad del material ha permitido argumentar a Miranda que el Sitio el Cacao de Dolega fue usado como cementerio desde el siglo 8 después de Cristo hasta aproximadamente el siglo 12 de nuestra era.

En el cuadro cronológico de la Prehistoria del Istmo de Panamá, estos sitios están ubicados en los Períodos V y VI A que abarcan del 500 D.C. al 800 D.C. y del 800 D.C. al 1.200 D.C. aproximadamente.

Su posición en el cuadro es la siguiente: