Prehistoria del distrito de Chepo

Autores

Luis Máximo Miranda

Roberto De La Guardia

Fecha

1971-Jun

PDF Revista

Cita Recomendada:

Miranda, L. M., & De La Guardia, R. (1971). Prehistoria del distrito de Chepo. Tierra y Dos Mares, 56 (mayo-junio), 10, 52–53.

La siguiente transcripción ha sido adaptada del documento original, por lo que el formato puede diferir y puede contener errores.

En la provincia de Panamá hacia su sección Oriental se localiza el distrito de Chepo, a los 79\({}^{\circ}\) 05’ 24” de longitud occidental y con una latitud norte de 9\({}^{\circ}\) 09’ 59.48”.

Políticamente Chepo está dividido en cinco corregimientos: Cabecera, Cañita, El Llano, Santa Cruz de Chinina y Chepillo. Los cuatro primeros son territorios continentales y el restante una isla ubicada frente a la desembocadura del Río Bayano, y unida a tierra firme por un tómbolo, que en geomorfologia viene siendo una lengua de arena que la une al Continente y al subir la marea esta sección es cubierta para quedar expuesta nuevamente ai bajar.

El distrito de Chepo limita al norte con la Comarca de San Blas, al sur con la Bahía de Panamá, al este con el distrito de Chimán y la provincia del Darién, para rematar por el oeste con el distrito de Panamá.

La Cabecera de Chepo dista de la Capital de la República 59 Km., por la Vía Interamericana que está asfaltada actualmente hasta este punto comprendido como más al sur del istmo Centroamericano.

Geológicamente hablando se puede ubicar la litología de Chepo dentro de la era terciaria, específicamente en el Oligoceno, con una fase marina de unos 50 millones de años antes del presente.

La vegetación del distrito es abundante; se puede distinguir en la parte sur una cadena de manglares que penetran algunos kilómetros tierra adentro en el área de la desembocadura del Río Bayano. En su sección oeste y formando un núcleo que abarca la parte media del cauce inferior del Bayano, se nota sin vegetación arbolada, propias de las derribas que ha efectuado el hombre para conquistar la zona. Los territorios ubicados al Norte y al Este se encuentran cubiertos por bosques muy húmedos y húmedos tropicales.

Si nos tocara ir al campo a investigar la prehistoria de Chepo, es seguro que comenzaríamos por las márgenes de ese gran río llamado Bayano, el cual es confundido con el nombre del distrito en algunos libros de geografía mundial (Coloratlas - Kapelusz - Orbe - 1969). Los afluentes del Bayano son muchos, los cuales riegan las frondosas tierras de esta región y las constituyen una de las más fértiles y de más porvenir en los años próximos.

Es el caso que esta pequeña introducción a la arqueología del distrito, se basa en algunos informes muy limitados, y la mayoría de ellos sin publicar de recientes investigaciones y estudios de colecciones particulares, que han sido puestas muy gentilmente a la orden del Departamento de Historia de la Universidad Santa María la Antigua y sus Asociados.

En los periódicos del medio en estos últimos meses hemos estado leyendo noticias esporádicas con relación al rescate arqueológico de urgencia que llevará una institución pública en el área del Bayano, donde se construirá una represa para dar energía hidroeléctrica a la ciudad de Panamá y los alrededores. Según las fuentes de información una misión arqueológica mexicana trabajará el área y con su gran experiencia y técnica dará más adelante conceptos firmes y estables de lo que estamos exponiendo en esta introducción.

Contamos para hacer la arqueología de Chepo con los siguientes sitios reportados: Chechebre (Cho-103), Martinambo (Cho-102), Santa Cruz (Cho-104), San Román (Cho-105). En que no investigados totalmente a fondo, sí nos dan una ligera relación del panorama cultural antes de la llegada de los conquistadores al territorio.

Otros sitios han sido informados por los lugareños, pero no han sido visitados para recoger más información. Como La Raizosa, lugar de habitación. Chinina Arriba, sitio de habitación. Manuel Antonio, cementerio con tumbas que arrojan oro. Soriano, un conchero. Pásiga, al parecer un sitio importante ya que está relacionado con la destrucción del poblado que llevaron a cabo los indios Buge-Buge en el siglo XVII. Unión Tableña (Cho-101), sitio de habitación que arroja fragmentos de cerámica trabajados con torno y que son típicamente españoloides. Cerro Griego, un “tiestero” ubicado en la margen izquierda de la desembocadura del R. Bayano. (siga a la pág. 52)

Chechebre (Cro-103) es una localidad situada a los 79\({}^{\circ}\) 09’ 36” de longitud occidental y a los 9\({}^{\prime}\) 09’ 46.6” de latitud norte, sobre la carretera interamericana. Tres kilómetros de Chepo.

Chechebre (Cho-103) se nos presenta como un sitio mixto: habitación y cementerio, en una extensión de terreno llano de varias hectáreas de amplitud. Actualmente se está cultivando tabaco en escala comercial.

En la parte sur del sitio y cercano a la carretera se han localizado tumbas, en la parte norte y rayando con la “montañita” sitios de habitación.

Las tumbas arrojan urnas funerarias las cuales poseen entierros secundarios en su interior y gran cantidad de ofrendas de cerámica en su derredor. Estas ofrendas llaman la atención por ser miniaturas que representan cazuelitas, fruteras, tarros, candelabros y tinajitas de boca estrecha. Algunas de estas piezas representan algún tipo de decoración como: incisos, punteados, aplicados y moldeados desde adentro.

En la parte norte del sitio se han localizado dos lugares que poseen gran cantidad de material cultural en su superficie. Se ha recogido una muestra representativa de fragmentos de cerámica, hachas, lascas, manos de morteros y fragmentos de metate.

En el análisis preliminar de esta cerámica de Chechebre hemos distinguido dos tipos: Chechebre Liso y Chechebre Rascado.

Chechebre Liso se distingue por poseer un engobe rojo o un acabado simple en su superficie. La pasta ha sido trabajada por moldeo y el desengrasante es de arena y cascajo. Su textura es arcillosa y la cocción totalmente oxidante, muestras de buenos ceramistas. Los bordes algunos rectos y otros doblados con un pequeño visel que le sirve de labio. El espesor de las paredes fluctúa entre 4 y 15 mm. Las asas son raras, las bases no existen. Las principales formas que se pueden deducir observando los fragmentos son: tapaderas o tapones en forma de frutera, ollas globulares y subglobulares.

Chechebre Rascado, en lo único que se diferencia del primero es en el tratamiento que se le da a la superficie exterior de la vasija. La cerámica ha sido rascada con algún instrumento rugoso, dejando estrías que corren por zonas alrededor de la vasija.

Una de las tumbas de Chechebre fue excavada por la directora del Museo Nacional, la cual nos puso a la orden el material extraído y entre los cuales había una urna funeraria que conservaba el esqueleto del difunto. En un somero examen del esqueleto se pudo notar que las suturas craneanas no estaban soldadas, la mayoría de las piezas de las extremidades eran cortas y el resto de los huesos todavía sin compactar. La dentadura se había perdido totalmente. Nos da la impresión de un individuo joven. Posiblemente un infante y relacionado con lo que dice Fray Adriano de Santo Tomás en su escrito sobre el Darién, que los niños eran enterrados en grandes tinajas y siempre a orillas de un riachuelo.

Martinambo (Cho-12) es un caserío situado a los 79\({}^{\circ}\) 02’ 54” de longitud occidental y una latitud norte de 9\({}^{\circ}\) 02’ 18”, rayado con la marisma que sirve de desembocadura al R. Bayano.

Se llega a Martinambo embarcándose en el puerto fluvial de la Capitana cercano a Chepo, para tomar por el R. Mamoní y de allí al Bayano para desviarse por la desembocadura del R. Martinambo y arribar después de dos accidentadas horas al caserío del poblado.

En Martinambo se han localizado entierros y un sitio de habitación, el cual ha arrojado gran cantidad de cerámica producto de dos ocupaciones bastante prolongadas.

Los entierros de Martinambo tienen la característica de encontrarse en lugares altos (cimas y laderas) de los cerros circundantes. Consisten en concentraciones de piezas dispuestas a poca profundidad sin ningún tipo de señal superficial que indique el enterramiento.

El sitio de habitación está ubicado en una “rejoya”, en la cual hay gran cantidad de fragmentos dispersos, que al ser sondeados dio fertilidad hasta los cien centímetros. Se pudo notar que existieron dos períodos de ocupación, una fase temprana y otra más tardía.

La cerámica de Martinambo es monocroma (roja simple o negra simple), con decoración incisa, modelada, punteada y aplicada. Las formas más corrientes son de plato con pedestal, urnas subglobulares, tazones y comales. Las asas o cualquier tipo de apéndice que no sea el pedestal son raros. Como objetos extraordinarios del sitio está una oliveta de ágata y algunos telares incisos, muestra que se conocía la técnica del tejido.

San Román (Cho-104) es una finca ubicada frente al puerto fluvial de La Capitana, margen derecha del R. Mamoní. En que el sitio no ha sido visitado ni explorado por nosotros, sí se posee una magnífica colección de piezas que pertenecen a la familia Rodaniche.

Las piezas carecen completamente de pintura. pero se utiliza en su decoración motivos logrados a base de incisos, aplicaciones, punteados, carrizados, modelado desde el interior y pastillaje. Pero el inciso es el que más se destaca con líneas profundas y vigorosas, manifestándose ante todo el motivo o abstracción artística de la garra. Especie de un manotazo felino al desgarrar la piel.

Las piezas No. 8 y 9 de la colección de San Román presentan motivos de aves y de reptiles. La No. 8 bajo el nombre de: Tinaja de zancudas, nos expone seis garzas las cuales han sido logradas alrededor de la parte superior de la Tinaja, dándonos una idea clara de movimiento expresada muy fielmente por el artista.

En la figura No. 9 que es un fragmento, a no dudarlo de una urna funeraria, se nota un lagarto sumergido que está en posición de quietud o mejor dicho muerto bajo del agua.

Bella concepción picaciana, adelantada unos cuantos siglos de la escuela cubista.

Santa Cruz (Cho-105) es un caserío en la margen izquierda del R. Bayano, entre las localidades de San Antonio y Culebra. De este lugar se han rescatado tres piezas muy importantes. La primera una Jarra de Esfinges, con un pedestal corto en forma de argolla y en la parte inferior de la panza decorados con motivos geométricos de pintura blanca. El borde superior y el cuello con dos esfinges humanoides a ambos lados. contraponiéndose. Estas esfinges están pintadas por todas partes del cuerpo con blanco, rojo y negro.

La segunda pieza. la representación de un cacicón, en que solamente se conserva un fragmento muy deteriorado.

La tercera pieza, una Botella Comunicante idéntica a las de Monte Oscuro. Distrito de Panamá. Consiste la pieza en dos vasijas de forma esferoides, comunicadas por una alcantarilla en sentido horizontal. de poca longitud. Con dos hermosas figuras zoomórficas en aplicado, que sostienen a manera de carga los cuellos que se levantan elegantemente a manera de chimenea muy por encima del resto de la pieza.

Resumiendo podemos decir que los materiales de Chechebre, Martinambo y San Román guardan un parecido que estriba en la forma, diseño y manera de trabajar la pasta en las vasijas. En que no escapa a nosotros otras modalidades como la forma de enterramiento (urnas) y las cortas distancias que las separan en la región.

Proponemos tentativamente para Martinambo, Chechebre y San Román una fecha de 300 al 500 D.C., lo cual caería dentro del período IX de Baudez.

La existencia de una policromía en Santa Cruz y el encuentro de Botellas Comunicantes, nos sugiere una fecha más tardía para este sitio. Posiblemente, dentro del período VI B que señala Linares de Sapir para San Lorenzo en Chiriquí y cubre del 1200 al 1500 D.C.

Mapas y Hojas

Bibliografía